lunes, 7 de enero de 2008

Gerardo Molina en Italia

Fué en Sicilia, tierra de antigua cultura griega y latina, donde conocì su poesía. Era el año 2000, cuando el jurado del Premio Internacional de Poesìa "Rocco Certo" a la unanimidad, otorgò al Poeta el primer premio. Después, en Uruguay, en ocasión de la entrega de este primer premio, una copa traìda desde Italia, pude apreciar personalmente, mientras recitaba la poesía "Federica", porqué le habían asignado este premio. Gerardo Molina nació poeta, su enorme capacidad de comunicar, su noble y privilegiado espìritu, a través de su pulsante pluma, genera poesía. Gerardo y la Poesía son una cosa sola. Ama la naturaleza y logra trasmitir sus sensaciones, sus coloridos y formas. Por medio de su extraordinaria y creativa gestualidad, interpreta el significado hasta del silencio. Posée fuerza mediánica y con sus trascendentes mensajes logra penetrar y superar las barreras de las emociones. Estuve con él en Módena (Italia) adonde vino a recitar poemas y cosechar triunfos. El gran poeta americano trajo en Italia el Sol y el abrazo fraterno de la gente latina. Viajé con él en auto hacia Venecia. Cruzamos el norte de Italia, desde Módena a Venecia, debajo de continua e insistente lluvia. Mientras viajàbamos, recitaba maravillosos versos variando temas y pintando extraordinarios paisajes. Me trasmitiò inmensos tesoros de incomparable belleza. La mayoría de los poemas eran sobre paisajes chilenos, recuerdos nostàlgicos de momentos vividos en ese maravilloso paìs. Quedé impresionado por su prodigiosa memoria. La llegada a Venecia fué expectacular. Faltaban unos 30 kilómetros para llegar a ésta, cuando inesperadamente, entre las nubes, apareció el Sol formando un estupendo arco iris. Fueron momentos mágicos, parecìa el arco de una enorme puerta ideal, creada para recibir al gran Poeta latino-americano. Molina en Venecia se quedó solamente un dìa, poco tiempo para poder conocer esta insólita y milenaria ciudad, isla de arte y cultura sobre el océano de la historia. Fué emocionante acompañar al Poeta uruguayo por el laberinto de calles venecianas, verlo observar las góndolas cargadas de turistas que navegaban por los históricos y misteriosos canales de Venecia. Verdadero fué el encuentro con la ciudad, cuando sentado en la Plaza San Marcos, con el termo de agua caliente apoyado sobre una milenaria piedra, el Poeta saboreaba mate amargo entre la curiosidad de los numerosos turistas. Poeta del tiempo y de la vida Molina seguramente con su gran sensibilidad, captó los secretos de Venecia, de su historia, de su misterio, de su poesía? Nunca sabremos lo que se llevó de aquì. Pero bien sabemos, lo que él nos dejò?un enorme tesoro de cultura y amistad. Terminó su estadìa visitando Verona, ciudad de arte, historia y poesìa, el balcòn de "Julieta", su estatua, la tumba , escenario y teatro de la famosa tragedia de Shakespeare. Allì lo saludé con un gran abrazo y el sincero augurio que en las alas de la poesía y para siempre continùe su vuelo más allá de las fronteras de los sueños. Mario Bonandini Cònsul Honorario de la Sociedad Italiana De San José En Venecia


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